Los encontré allí, justo allí. Cerca de aquel sitio tan extraño.
Me sorprendió que actuaran de aquella manera, aunque no prentendí forzarlos.
Vi que eran unos idiotas, así que me divertí tirándolos por el balcón.
Mientras caían iban rompiéndose a pedazos y cada uno de ellos se me clavaba en
el corazón.
el corazón.
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